Macramé
Piedras Naturales
Hilo Encerado
Acero
Abalorios
En el macramé, el arte de hacer nudos, el gran antecedente histórico es precisamente ese: El Nudo. Existe mucha bibliografía al respecto, y hay gran coincidencia en decir que, no pudiéramos pensar en la evolución de la humanidad sin nudos por doquier.
El hombre primitivo, en la búsqueda de satisfacer las necesidades básicas, empezó a anudar desde los tiempos más remotos, en el mesolítico. Primero fueron los nudos para sujetar las piedras filosas en palos, para crear flechas y lanzas que hicieran eficaz la cacería. Luego, más nudos y el nacimiento de los entramados, para crear mallas, para el perfeccionamiento de la actividad pesquera.
La red de pesca más antigua que se ha encontrado, hecha de sauce, data de 9.000 a.c en la ciudad de Carelia, en Antrea. En el periodo neolítico de la prehistoria 8000 a.c, ya se utilizaban el nudo llano, el ballestrinque y el corredizo, para elaborar herramientas que les permitieran cultivar la tierra, la recolección de alimentos y desarrollar la ganadería. Además, comenzaron a crear tejidos para cubrirse el cuerpo, algún tipo de vestimenta para protegerse de la intemperie, con cualquier cuerda orgánica disponible, un anudado de fibras vegetales. Siendo las manos su única herramienta, esta técnica, se constituyó como uno de los primeros métodos de confección textil. Estos tejidos anudados son los antecesores de la creación del telar y en consecuencia, de la tela. Uno de los grandes inventos durante el neolítico, junto con la rueda y la cerámica, fue el tejido. Cubrir estas necesidades básicas no habría sido posible sin nudos.
Históricamente, el origen del macramé se remonta a Oriente (2.300 a. c.), a Mesopotamia, a los pueblos asirios y los persas, Ellos fueron los primeros en anudar solo con el fin de decorar con nudos los bordes de los tapetes. Se dice que es de allí que probablemente surja la primera denominación de este arte, de la palabra árabe migramah (flecos anudados), que es anterior a la palabra turka makrama, y a la palabra francesa Macramé.
Los pueblos árabes, en el siglo VIII, le dieron relevancia al macramé, por su gran destreza artística en el desarrollo de la técnica y maestría en su ejecución. En la antigua Turquía, los tejedores solían adornar los bordes de las toallas y manteles. Dado que el tejido era confeccionado en un telar (en seda, lana, o algodón) estos objetos, dejaban hilos o flecos, que eran anudados de manera decorativa con macramé. Decorar manteles con bordes de flecos anudados en Macramé se remonta al siglo XIII y posteriormente se hizo conocida la técnica desde el Medio Oriente a toda la Europa mediterránea hasta España, donde fue muy popular a partir del siglo XV, teniendo especial valor artístico durante el renacimiento, cuando se le comenzó a considerar arte decorativo.
Luego de propagarse por toda Europa, y desde Europa llegar a América a través de los españoles y sus viajes conquistadores, con el tiempo y el intercambio comercial entre continentes, el macramé se propagó por el mundo entero.
Adoptado por los jóvenes de finales de la década de 1960, el macramé se convirtió en un símbolo anti-industria dentro de su movimiento contracultural. Al emplear manualidades como una forma de rebelarse contra el capitalismo y la producción en masa, los hippies no solo usaron el macramé como una forma de conectar con su creatividad, sino también como un lienzo a través del cual podían expresar estas opiniones tan radicales para la época. Así, empezaron a crear piezas que no se parecían en nada a las carpetas de encaje de sus abuelos, con lo que el macramé comenzó a lucir atrevido, abriéndose paso en la decoración de hogares pero también en el mundo de la moda. Si algo podía ser embellecido con macramé, seguramente se lo aplicaban.
El «MACRAMÉ» que realizamos nosotros está enfocado en piezas de joyería por lo que usamos hilos más finos.
Como base principal usamos hilo encerado de la marca «Linhasita», 100% poliéster encerado de alta calidad.
El Hilo Poliéster Encerado está compuesto por filamento de poliéster de alta calidad, el acabado de encerado ofrece un excelente desempeño en la costura. El Encerado lo hace más resistente al tiempo, al agua y al uso cotidiano.
Durante muchos años las piedras preciosas se han utilizado para aportar sensaciones cuando la llevas puestas debido a sus propiedades.
Piedras como por ejemplo la Amatista o granate, el Hematite, la Ágata, el Ojo de Tigre entre muchas más. En definitiva, son minerales o rocas que sirven para crear joyas muy atractivas. No tienen un precio muy elevado en comparación con otras joyas, pero son un tipo de piedra muy bonitas y singulares.
Distintos materiales como el Acero, el latón, etc que aportan y ayudan a realizar un diseño exclusivo y bonitos acabados.
Te invitamos que entres en la tienda y veas nuestras creaciones.